Así se comunica Sarah Ferguson con el fantasma de Isabel II

Tras la muerte de Isabel II, Muick y Sandy, los famosos corgis de la reina, se fueron a vivir con el príncipe Andrés y Sarah Ferguson al Royal Lodge de Windsor. Así se lo prometieron a la reina cuando expresó su preocupación por el futuro de los perros cuando muriese. Sin embargo, parece que Isabel II seguiría muy pendiente de sus corgis desde el más allá o, al menos, así lo asegura Sarah Ferguson.

Sarah Ferguson asegura que ve al fantasma de Isabel II

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida de Sarah Ferguson (Fergie) (@sarahferguson15)

En su última entrevista para la revista People, Sarah Ferguson le ha dedicado unas palabras de cariño a la reina. «Era capaz de tranquilizar a cualquiera. Todo el mundo se sentía cómodo con ella. Era mi ídolo». Asegura que la echa de menos cada día y que le encantaría compartir con ella cómo está el jardín y «los magnolios del jardín de Windsor, porque le encantaban».

Sin embargo, la ausencia de la monarca no sería tan aguda, pues según revela Sarah Ferguson, el fantasma de Isabel II está siempre con ella. La ex del príncipe Andrés está convencida de que la fallecida se encuentra muy cerca de sus corgis, Muick y Sandy, y que cada día se comunica con ellos. «Cuando le ladran a la nada, significa que ella está pasando por aquí», asegura.

La reina seguiría muy cerca de sus perros

Y es que tal era la pasión que Isabel II sentía por estos perros, que para Sarah Ferguson no los ha abandonado. Por ello se esfuerza en mantenerlos a salvo y bien cuidados. «Son dos iconos nacionales, así que cada vez que salen corriendo a perseguir una ardilla me entra el pánico».

El príncipe Andrés y Sarah Ferguson se quedaron con los corgis porque así se lo prometieron a la reina antes de morir. Tras el fallecimiento del duque de Edimburgo, Eugenia y Beatriz de York quisieron regalarle a su abuela dos corgis para que le hicieran compañía. Esta hacía un tiempo que ya no tenía perros, ya que le preocupaba qué iba a ser de ellos cuando muriese. Sin embargo, decidió aceptar el regalo porque el príncipe Andrés y Sarah Ferguson se comprometieron a quedárselos y así lo están cumpliendo.